Ahora que hemos pecado en comer demás durante las fiestas, y tal vez ni la digestión ni nuestro peso sean de nuestro agrado, tenemos la oportunidad de transformar nuestras costumbres hacía alimentos que son nutritivos y a la vez realmente ricos.
La forma en la que comemos es importante. Para empezar, tenemos la tendencia de consumir más que nuestros cuerpos necesitan, sugiero que tomamos un vaso grande de agua media hora antes de las comidas. Y luego, cuando comamos, mastiquemos despacito para darnos la oportunidad de realmente saborear la comida. Cuando comemos con calma y despacio, nos sentimos satisfechos más temprano y por lo tanto comemos menos.
Al seleccionar alimentos nutritivos para nuestros cuerpos intentamos también incluir su efecto en el ambiente (calentamiento global, huella de carbono, etc.). Así los alimentos saludables pueden ser locales. Al vivir aquí en los países de los Andes, hay una abundancia de biodiversidad aún en alimentos tan comunes como papas, tomates y frijoles.
Me encanta papas nativas por lavariedad de sus formas y colores; tomo la molestia de buscar papas sin tóxicos. De hecho, mi resolución para el nuevo año es de solamente conseguir papas orgánicas o agro-ecológicas. En este link encontrará una guía de las ferias agroecológicas en el Ecuador.
Los tomates se originaron en América de Sur, igual como las papas y los frijoles. No hay comparación en sabor ni el sus jugos entre un tomate orgánico o agro-ecológico con un tomate convencional. Puede ser que sean mejores para el comercio, pero en ninguna forma son mejores para el paladar. La verdad, casi no puedo comer los comunes por su olor a químico tóxico. Igual este año me comprometo a gastar el tiempo extra y tal vez el costo adicional para conseguir solamente los tomates saludables.
Los frijoles son una fuente muy saludable de proteína y en comparación a la proteína animal casi no tiene una huella de carbono y tampoco tienen antibióticos. Su cultivo no requiere el talado de bosques y no producen metano como el ganado.
La receta que comparto aquí se encuentra en mi libro de full-color, Un Mundo de Comida con los Ingredientes del Ecuador. Sale un plato espectacular y por no cocinar las verduras en agua se retienen casi todos sus micronutrientes (vitaminas y minerales). Personalmente, pongo chochos/tarwi como el frijol, pero cualquier frijol blanco provee una proteína excelente. Lo que me encanta de esta receta es lo rico que es, servida o caliente o a temperatura del ambiente. Así, solamente lo empaca y le sirve en la oficina o donde esté. Y que bueno no tener que descifrar qué va a comer y en dónde cuando el hambre llama, porque casi siempre lo que se consigue rápido en la calle no tiene valor nutritivo. En planificar un poco antes de salir y llevar algo, tiene control sobre lo que consume porque conoce sobre la calidad de los ingredientes, la preparación, etc.
Encontrará muchas otras recetas saludables en mis libros de cocina y por supuesto aquí en mi página web/blog. Por favor, regístrate debajo de la página www.michelleofried.compara obtener recetas ricas y saludables, sugerencias y consejos parar vivir toda una vida de sabor. Cada receta está presentada con un arco-iris del buen comer; el arco-iris enseña el valor nutritivo en una forma visual y sencilla.
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